Un mundo en una computadora
Emulando a la ficción, la ciencia ha decidido crear una sociedad artificial para estudiarla. ¿Qué pensarán sus habitantes electrónicos?.
En la década de 1960, Daniel F. Galouye escribió una novela, Simulacron 3, que después Hollywood llevó a la pantalla en el filme de 1994 “El Piso 13”.
Relataba la historia de un mundo virtual, con personajes creados para fines estadísticos comerciales, y que ganaban conciencia y se rebelaban contra sus creadores.
En la década de 1960, Daniel F. Galouye escribió una novela, Simulacron 3, que después Hollywood llevó a la pantalla en el filme de 1994 “El Piso 13”.
Relataba la historia de un mundo virtual, con personajes creados para fines estadísticos comerciales, y que ganaban conciencia y se rebelaban contra sus creadores.
¿Ficción? Por supuesto. Pero ahora, un consorcio integrado por las Universidades de Surrey y de Napier en el Reino Unido, las de Tilberg y Vrije en Holanda y la de Eötvös Loránd en Hungría , ha decidido crear una sociedad virtual cuyos integrantes poseerán una personalidad realista, con habilidades de aprendizaje y comunicación, y cuyo fin es obtener conocimientos sobre la evolución de las sociedades humanas.
El proyecto, que reúne el esfuerzo de expertos en inteligencia artificial, lingüística, computación y sociología, ha sido denominado “NEW-TIES” (New and Emergent World models Through Individual, Evolutionary and Social Learning = Modelos de mundos nuevos y emergentes a través de aprendizaje individual, evolutivo y social), un acrónimo que también tiene su significado propio en inglés, “Nuevas ataduras”.
Según reza en la home page de NEW TIES, “la meta del proyecto es hacer evolucionar una sociedad artificial capaz de explorar y comprender su medioambiente a través de la cooperación y la interacción. Los agentes son lo suficientemente complejos y su ambiente es exigente, lo que les permite desarrollar un sistema de comunicaciones para aprender a cooperar y adaptarse”.
Este nuevo mundo tendrá mil habitantes que vivirán en un mundo simulado dentro de los confines de una red de 50 computadoras ubicadas en las varias instituciones que intervienen en el proyecto.
Cada uno de los ciudadanos virtuales será capaz de realizar varias tareas, como por ejemplo moverse y construir estructuras simples, pero su habilidad más importante será la de comunicarse y cooperar con sus “vecinos”. Por medio de esta simple interacción, los investigadores esperan poder observar como estos “individuos” crean y desarrollan su propia sociedad. Esta observación será posible incluso en imágenes, ya que utilizarán un motor gráfico que ha sido tomado prestado de un popular videojuego llamado “Counter Strike” (Contragolpe).
El proyecto, que reúne el esfuerzo de expertos en inteligencia artificial, lingüística, computación y sociología, ha sido denominado “NEW-TIES” (New and Emergent World models Through Individual, Evolutionary and Social Learning = Modelos de mundos nuevos y emergentes a través de aprendizaje individual, evolutivo y social), un acrónimo que también tiene su significado propio en inglés, “Nuevas ataduras”.
Según reza en la home page de NEW TIES, “la meta del proyecto es hacer evolucionar una sociedad artificial capaz de explorar y comprender su medioambiente a través de la cooperación y la interacción. Los agentes son lo suficientemente complejos y su ambiente es exigente, lo que les permite desarrollar un sistema de comunicaciones para aprender a cooperar y adaptarse”.
Este nuevo mundo tendrá mil habitantes que vivirán en un mundo simulado dentro de los confines de una red de 50 computadoras ubicadas en las varias instituciones que intervienen en el proyecto.
Cada uno de los ciudadanos virtuales será capaz de realizar varias tareas, como por ejemplo moverse y construir estructuras simples, pero su habilidad más importante será la de comunicarse y cooperar con sus “vecinos”. Por medio de esta simple interacción, los investigadores esperan poder observar como estos “individuos” crean y desarrollan su propia sociedad. Esta observación será posible incluso en imágenes, ya que utilizarán un motor gráfico que ha sido tomado prestado de un popular videojuego llamado “Counter Strike” (Contragolpe).
Los habitantes del mundo virtual tendrán sus necesidades (comer, beber) y serán capaces de aprender a transformar su medioambiente para cubrirlas, por ejemplo cultivando sus alimentos. Además, podrán aparearse y reproducirse, pasando a sus descendientes un conjunto aleatorio de características “genéticas”.
Lo más importante, sin embargo, sea tal vez la capacidad de estos habitantes de crear su propio lenguaje para comunicarse con sus conciudadanos. Es posible, incluso, que este lenguaje no se parezca a nada que conozcamos, y que los investigadores de nuestro mundo lo tengan que descifrar.
Hasta ahora, los investigadores han construido la mitad de este mundo virtual y han comenzado a experimentar con algunos de sus futuros habitantes.
Uno de los científicos del proyecto, Nigel Gilbert, comentó: “No se pueden hacer experimentos con sociedades reales. Obviamente, ésto es un gran paso de confianza, pero debería ser mejor que cualquier otra cosa que hayamos tenido hasta ahora”.
El proyecto finalizará en 2007, y los investigadores confían en obtener grandes resultados. “Es algo increíblemente ambicioso, y puede suceder que, luego de estos tres años, necesitemos otros 30”, admite Gilbert. “Pero creo que valdrá la pena”.
Lo más importante, sin embargo, sea tal vez la capacidad de estos habitantes de crear su propio lenguaje para comunicarse con sus conciudadanos. Es posible, incluso, que este lenguaje no se parezca a nada que conozcamos, y que los investigadores de nuestro mundo lo tengan que descifrar.
Hasta ahora, los investigadores han construido la mitad de este mundo virtual y han comenzado a experimentar con algunos de sus futuros habitantes.
Uno de los científicos del proyecto, Nigel Gilbert, comentó: “No se pueden hacer experimentos con sociedades reales. Obviamente, ésto es un gran paso de confianza, pero debería ser mejor que cualquier otra cosa que hayamos tenido hasta ahora”.
El proyecto finalizará en 2007, y los investigadores confían en obtener grandes resultados. “Es algo increíblemente ambicioso, y puede suceder que, luego de estos tres años, necesitemos otros 30”, admite Gilbert. “Pero creo que valdrá la pena”.
Articulo de la pagina: http://www.astroseti.org/vernew.php?codigo=1357
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